jueves, 3 de junio de 2010

Estos fabricantes de medicamentos...

Tengo algo de cera en los oídos. Fuí al médico la semana pasada para que me lo viera. Tienes mucha cera pero con unas cuantas gotas de Taponoto se te cura. ¿Lo qué? Dije extrañado. Taponoto!

Dios bendiga al tío que puso nombre a esto (a partir de ahora, por ejemplo, se llama José Rodrigánez). José Rodrigánez no se comió la cabeza mucho la verdad. Me lo imagino en la reunión del consejo de la farmacéutica: Buenos días señores, señoras. Nuestro equipo de químicos y farmacéuticos han descubierto cosa fina para la cera de los oídos. (Se escucha un ooh de asombro). Con unas cuantas gotas de este producto la cera de los oídos se irá disolverá y se irá para siempre (Otro gran ohh se escucha en la sala). Con ustedes, el invento del año mientras retira la sábana que ocultaba el cartel. TAPONOTO. Un gran oooh. más que los anteriores, la gente enloquecida, se escucha el descorcho del champán y la gente rompe a aplaudir. Se acerca un señor mayor a él y le nombra Vicepresidente de la compañía. Es el mejor día en la vida de José Rodrigánez.

Aunque la imaginación de este hombre la tuvo que tener el tío que inventara la Viagra. Ahora no se llamaría así, se llamaría POLLANATO y lo mejor, los que la usan se llamarían POLLANATOR (se dice pollaneitor). Y así con miles de medicamentos más... Yo de mayor quiero ser como José Rodrigánez.

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