martes, 15 de junio de 2010

Bingo

Desde que tenía 17 años siempre quise ir al bingo. Es más, el plan de mis amigos y el mío era que en mi 18 cumpleaños íbamos a ir. Al final se quedó en una fiesta en honor a las fiestas infantiles donde los sandwich se cortaban en triángulos y un niño mezclaba cocacola con fanta de naranja.

En mi barrio, Manuel Berraco, hay dos. Uno chulo y el otro más cutre. La semana pasada estábamos unos amigos y yo sentados en una terracita hasta que les expliqué lo que os acabo de contar. Una chica dijo: "Pues podríamos ir ahora". Se me iluminaron los ojos. Fuimos al bingo.

Hay que enseñar el carné en la puerta y esperar a que una lucecita verde se encienda. Entramos y de pronto la edad media del local bajó unos 20 años... Creo que la gran mayoría eran simpáticos octogenarios que se dedicaban a echar unos duros y a pasar una buena noche del viernes en compañía de sus seres queridos... y una mierda! Eran una panda de viciados.

Si pensáis que el bingo es algo calmado os equivocais. Aquí el que se despiste pierde. Todo son prisas. Las partidas no duran ni tres minutos y amén de 2 euros por cartón... Luego la decoración de este era algo extraño. Parecía el salón principal de un crucero. Las mesas eran grande, con unos 8 sillones. Estaba abarrotado y por tanto tenías que compartir mesa.

Salimos de ahí sin pena ni gloria, con el malsabor de boca de haber conseguido 1200 euros por un solo número (tocábamos por barba a 300, imaginaos la nochecita de juerga...)

Fuimos a cenar y beber algo por ahí. De vuelta vimos que aún seguía abierto  (maravilloso horario por cierto, de 14 a 04 de la madrugada). Esta vez nos fuimos al cutre y ahí es donde tuvimos suerte. Misma temática, enseñar el DNI en la puerta y esperar a que se encendiera el cartel de "pasen ahora".

No había nadie. En un luminoso ponía "30 boletos vendidos". Compramos y.... BINGO. Nos tocaron 30 eurillos. Lo que habíamos perdido antes. Compramos otro cupón y esta vez Línea, unos 8 euros. Fue el último juego del día. Si vais alguna vez, aseguraos que canten el número antes de decir BINGO ya que en el monitor aparece la bola siguiente y os podéis quedar sin dinerito. Al menos eso nos dijo el que vendia los cupones con cierto enfado... las dos veces que cantamos.

Y yo m fuí feliz, y no por haber ganado. Me fuí feliz porque cerré un bingo. Sabe Dios que he cerrado muchos bares pero bingos? Ja! Intenta superarlo!

2 comentarios:

  1. yo he cerrado uno bastantes veces ya.... por algo me llaman el binguero jajajaja :P

    ResponderEliminar
  2. He visitado su página web.se trata de información muy útil sobre bingo. Tengo alguna información más sobre bingo

    ResponderEliminar