domingo, 31 de octubre de 2010

Hoy me he comido la parte pocha de un plátano

Cojo un plátano que tiene muchas manchas negras y ya empiezo a sospechar... Seguro que al abrirlo alguna parte está pocha. Efectivamente, está pocho. Con un cuchillo lo recortas o simplemente tiras a tomar por culo ese cacho.

Pues hoy he saltado un muro, me he comido la parte pocha de ese plátano. No me ha pasado nada y la verdad es que sabe igual que el resto... Me siento que cada vez el niño que llevo dentro muere agónicamente (ahora mismo me imagino cuando tenía 6 años y muero atragantado por unas galletas Chiquilín que se me ha ido por mal sitio y mientras lucho por salvar mi vida tiro el vaso de leche derramándola por todo el suelo y cortándome el pie con un cristal, ¡toma sadismo!).

Niños del mundo, comeos la parte pocha del plátano. No hagáis caso a su repugnante apariencia, creedme que peores cosas os meteréis en la boca ...

miércoles, 27 de octubre de 2010

El día de las buenas intenciones.

¡Mañana lo hago! Creo que es la frase que más he pensado y dicho en mi vida junto a "Dios, que buena está" (cómo no mi parte depravada sale a la luz). Sea estudiar, colocar el cuarto, comprar algo, hacer papeleo, ... lo que sea., mañana lo hago... y Mañana llegó y me da pereza.

Os voy a poner un ejemplo. Cuando pongo la lavadora (sé que últimamente hablo mucho de ella pero sé que es interesante el tema, muchos me preguntáis por ella asi que os informo que sigue sin tragar el agua y hay que vaciarla a mano y es un engorro. Creemos que el problema es por culpa de un atasco en el tubo. Ya os iré contando), la tiendo después y luego la amontono en una silla en mi cuarto. Pues ha llegado haber 3 lavadoras en esa silla. Mi intención es plancharla. El sábado veo esa torre de textil tambaleandose, desafiando a las leyes de la física moderna. Pues el mejor día es un domingo, asi que mañana lo hago.

El día de las buenas intenciones. Los domingos queremos hacer todo y realmente luego no hacemos nada. Ir al campo, al cine, al parque, ... y planchar en mi caso. Los domingos me suelo levantar en estado lastimoso (tres de la tarde más o menos), asi que digo... después de comer. Después de comer me apetece ver la tele, o echarme una partida. Y luego me apetece merendar, y luego salir a tomar cerveza con los amigos, y luego cenar, y luego ... (pon aquí lo que quieras, y eso no, so guarro! :P ).

El día de las buenas intenciones sólo vale para cosas que dan pereza y que no son divertidas porque si algo te gusta o te interesa levantas el culo de la silla echando leches, como Steve Urkel cuando llamaba Laura Wislow (¿por qué me acuerdo de esto ahora?).

Pues nada, voy a poner refuerzos a la torre de ropa que si se cae puede ocurrir una desgracia...

domingo, 24 de octubre de 2010

Llamar por andar

Simplemente me he dado cuenta que cada vez que hago una llamada larga no puedo estar sentadito, tengo que recorrer toda la casa, vagando de unas habitaciones a otras sin ningún sentido. Del salón a la cocina y vuelta al salón, atravesando mi pasillo largo de la muerte (Ni la Preysler en su casa, oiga). Quién me vea pensará que soy un zombie. Y lo peor de todo es que la otra persona con la que hablo no se está coscando de mi caminata.

Cuelgo el teléfono. Ha pasado una hora en la cual he estado andando por toda la casa. Estoy cansado, me siento. Me doy cuenta que soy gilipollas.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Hazme una foto y no me robes la cámara.

La verdad es que ya me estoy descojonando con sólo escribir. Estás con tu pareja (aceptamos también otras situaciones como grupo, familia y onanistas) y quieres hacer una foto. Lo de alargar el brazo y darle al botón está bien si te gustan descuadradas y desenfocadas (hay gustos para todo oiga). Pero quieres que salga bonita. Se lo pides a alguien que pasa por ahí y dentro de ti hay una sensación de desconfianza (y más cuando la persona que tienes al lado piensa exactamente lo mismo que tú). Piensas que va a salir a correr con tu cámara. Es una situación extraña, pides a alguien un favor y a la vez desconfías de él. Es una sensación que he tenido yo (véase Una noche en el parque)  y que veo en los demás cuando me toca esperar en algún sitio con algún monumento detrás.

¿Quién puede hacer la foto? Pues el primero que pase. Si es un sitio concurrido... Tengo una teoría: "Hazme la foto y no me robes payo!". Os lanzo mi propuesta de elegir el mejor candidato: de mayor a menor confianza.

Abuelo
Pros: Si sale a correr bien le alcanzas en una zancada, bien se rompe la cadera.
Contra: su nivel de tecnología es pésima, te preguntará mil veces como se hace. Si al final consigue hacerte la foto, plasmará tu cara de desesperación total (y seguramente desenfocada). Pudiera llegar el caso que si sale a correr, al romperse la cadera también destroce la cámara.

Abuela
Pros: ninguno.
Contra: ¿hay alguna abuela que sepa programar un vídeo o mandar un sms? Pues como leches va a saber usar una cámara... Seguramente no acepte hacer la foto alegando: "soy muy mayor para estas cosas".

Adulto
Pros: un padre de familia es la mejor opción. Si sale a correr puedes calmar tu furia y sed de venganza con su hijo. 
Contra: te puede tocar un abuelo disfrazado de adulto.

Niño
Pros: son los mejores en hacerte la foto.
Contra: son muy rápidos y si son bajitos la foto sale mal.

Mi teoría es que cuanto más confianza demos menor conocimiento tecnológico y atlético tiene la persona.

Conclusión: búscate un tullido, confía en él ya que te sacará la mejor de tus sonrisas.

PD: al próximo desconocido que me pida hacerle una foto, hago el amago de salir corriendo, verás que risas.
PD2: ¿alguna vez habéis visto salir a alguien corriendo con la cámara de otro? Pues aún así seguimos teniendo ese miedo...

domingo, 17 de octubre de 2010

Al despertar noté algo raro debajo mío

Esta mañana me he levantado y he notado algo raro debajo mía. (Otra vez efectos especiales: música de arpa y la imagen se empieza a nublar).

Si os digo que ayer hice botellón, fui a una discoteca, le hice creer a una amiga que una estatua era un mimo y escuché a una china maldecir a otra amiga en chino pues me diréis que son cosas que suelen pasar cuando sales y te emborrachas. Pero lo que os voy a contar es algo que podría pasar cualquier noche y no que estés borracho, creedme por favor!

Llegué a casa a eso de las 6:30 de la mañana y traía hambre. Un tupper de tallarines de los chinos (si nadie habla de este tema en ningún sitio es porque seguro que las mafias chinas les amenaza asi que yo no voy a ser menos y paso de hablar del asunto) no calmaron mis tripas asi que fui a la cocina y me armé de cosas para comer. ¿Qué es lo mejor a esas horas? Chocolate! Asi que cogí pan de molde, Nutella y un cuchillo. No me acuerdo que pasó más.

¿Os acordáis de los dibujos animados cuando una apisodora atropella a alguien? Estaba todo aplastado. Pues así estaba una rebanada de pan de molde con Nutella. Por supuesto que la Ley de Murphy se encargó que el lado del chocolate estuviera en la sábana. Lo curioso es que una esquina fue mordida. Me imagino que ayer me preparé una rebanada, la mordí y caí redondo. Una de dos, estaba con muuuucho sueño o tenía droga el pan...

Lo único que quiero decir es que ayer no bebí mucho, hoy no me he levantado con resaca y que esto me ha podido pasar cualquier otro día.

Moraleja: nunca comas en la cama, tu madre te lo ha dicho mil veces. Hazle caso!!!!

domingo, 10 de octubre de 2010

Abandonaito!!

Pues sí, le estoy cogiendo tirria a escribir desvaríos. Quizás el golpe que me dí hace un mes en la cabeza haya curado mi tara y no sea el de antes. O tal vez sea que mis 25 años me piden madurez o puede ser que no tenga tiempo con tantos proyectos entre manos o tal vez sea que estoy vago de cojones para escribir que me da a mí que va a ser esto úlimo.

Pero en fin, me debo a mi publico, la gente me para por la calle y me dice: "para cuando un desvarío?". Y yo, sin quitarme las gafas de sol y con aire despreocupado, siempre les digo que mañana, mientras le hago un autógrafo ...

Voy a empezar por la cosa más importante de mi vida actualmente: mi lavadora. Resurgió de las cenizas (bueno, es una forma de hablar, nunca le llegamos a prender fuego). Mi compañero de piso la arregló. Eso sí, hay que lavarle el pene todos los meses (me refiero al de la lavadora, el filtro se parece mucho a un pene).

También he hecho amigos nuevos. La mayoría son americanos, muy buena gente la verdad. Mi nivel de inglés siempre ha sido pésimo pero ahora creo que va mejorando. Aún no me he atrevido a romper a hablar pero poco a poco. Me siento como Antonio Banderas en el Guerrero Nº 13:



Este finde visité con unos amigos una tasca cerca de mi casa. Posiblemente una inspección de sanidad lo cierre pronto. Creo que por culpa de algo que comí ahí me estoy fusionando completamente con la taza del WC.

Prometo ser un poco más regular, tanto en mi defecación como en mis desvaríos...

Un beso!