miércoles, 22 de diciembre de 2010

Viajero del tiempo navideño

¡Gritos en Manuel Berraco! Un hombre está llamando la atención. Lo consigue. Viste ropa que un día fueron elegantes y que el paso del tiempo y la falta de Norit han hecho de las suyas. El sujeto empieza hablar encima de un banco. "En mi tiempo, no hay teorías del viaje temporal, son Leyes. Hoy, mi yo niño cumple 8 años. Sólo os quiero decir que estas navidades fueron muy bonitas. Haced el amor, beber vino del bueno y comed langostinos. No tengo dinero para volver a mi tiempo y ahora me toca estudiar un modo barato para regresar a mi año. De todas formas acepto limosnas, que además de volver a casa, quiero desayunar en ese bar. Feliz Navidad". (más o menos ha dicho esto).

La gente (entre los que me incluyo) le ha dado dinero. Para desayunar le sobraba incluso le podía llegar para una botella de vino (no del bueno pero tampoco del malo). En fin, me gusta encontrarme con viajeros del tiempo que lanzan alegres mensajes navideños.

Como diría el McFly andrajoso, haced el amor, beber vino del bueno y comed langostinos. Feliz Navidad, mis pequeños locos.

martes, 21 de diciembre de 2010

Cantemos todos Monorraíiiiil

Un anuncio me llamó la atención este finde. Estaba en el portal de mi casa. En él, convocaban a todos a una reunión que va a a celebrar el Ayuntamiento. Invitan a todos los vecinos para que vayamos y expresemos opiniones y demos idea para mejorar el vecindario. Esto me recordaba a algo...


 

Me encantaría ir a esa reunión y proponer que pongan un monorraíl y que la gente me siga la corriente, aun que el barrio de Goya creo que propondrán alguna chuminá pija...


martes, 14 de diciembre de 2010

Doble sentido

¿Qué puedo decir del doble sentido de las palabras? Pues quién me conozca sabrá que no puede decir nada delante mío porque a todo le saco el lado más cerdaco. Encima soy muyyyy malpensado.

Situción: zona de descanso de mi empresa. Dos chicas dirigen su mirada a algo. Mientras tanto yo estoy de espaldas a ellas, comprando una cocacola. Una le dice a otra:


"Buff, creo que yo no me voy a comer esto. Es demasiado grande. Todo no me va a entrar. ¡¡¡¡ Uuuuh está chorreando, me estoy manchando toda!!!!".

 Recojo la lata, me doy la vuelta y las miro con cara de... (aquí viene mi duda, no sé si he puesto cara de depravado, de descojonándome o ambas a la vez) mientras muevo las palmas de las manos de un lado a otro. La otra chica y yo nos miramos y nos empezamos a descojonar. La culpable de la frase se da cuenta de lo que ha dicho y mientras se pone roja como un tomate, agacha la cabeza mientras se ríe.

En fin, hay veces que me las ponen tan tan a huevo que la réplica es sólo una mueca que significa "escucha lo que acabas de decir".

PD: Lo que miraban era un sandwich vegetal del VIPS...

sábado, 11 de diciembre de 2010

10 de diciembre, día internacional del chino en el metro

Sí, otra vez voy a hablar de algo que me ha pasado en transporte público. Quizás sea que las cosas más bonitas en cuestión de desvaríos me ocurran con un bonobús en el bolsillo...

Hoy he salido de trabajar tarde. Entro en el metro de Sol. He notado algo extraño pero no sabía lo que era. Es de estas veces que piensas "algo pasa pero no sé lo que es". La sensación te invade y llega a angustiarte hasta que te dices a ti mismo "paso del tema". Quieres sentir indeferencia sobre el tema. Pero no es así, sigues comiéndote la cabeza hasta que das con el problema: ¿Por qué hay tanto chino por aquí?

Uno y otro y otro... era un no parar de chinos por la línea 3. ¿Fin de año chino? ¿Día libre? ¿Alineación de los planetas? No tengo ni idea. Cuando he hecho trasbordo en la línea 6  y he visto a más y más se me hacía más raro todo. Incluso cuando he doblado una esquina y me he dicho que me iba a cruzar con un chino... zas! ahí estaba uno.

Yo no sé que ha pasado hoy, si son cosas mías (probablemente) o que normalmente es así pero cada vez me acojona más lo que dice mi madre desde hace mucho tiempo: "estos chinos dominarán el mundo". El Metro de Madrid es lo primero... lo siguiente podría ser el bus que te lleva al pueblo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Di no a la gerontofilia.

Y si no sabes lo que es la gerontofilia recurro a la Wikipedia: La gerontofilia (del griego: geron, anciano; y philie, amor) es una parafilia que consiste en la búsqueda de una pareja sexual mucho mayor de edad cronológica.

El lunes en un bar un señor (sí, lo he puesto bien, un señor) de 93 años me tocó la rodilla de forma apasionada (creo que me estaba consolando de la paliza que nos metió el Barça). Ayer, una señora me dijo "Gracias guapo" al indicarle una calle. Hoy una señora con un abrigo de visón me ha estado susurrado algo que no he podido entender durante 5 minutos en un autobús. Por su forma de mirarme y sonreír creo que era algo guarro. ¡Dios! ¡Ese brillo en los ojos no se me va a olvidar en mucho tiempo! (Escalofríos invaden mi cuerpo).

¿Y mañana? ¿Qué castigo del mundo viejuno me espera? ¿Qué he hecho yo para convertirme en el juguete sexual de una panda de ancianos salidos? No, no y no. Lo siento pero no. Mis reglas en la cama son simples: ni caca, ni pitos ni ancianos. Llámenme clásico...