domingo, 24 de octubre de 2010

Llamar por andar

Simplemente me he dado cuenta que cada vez que hago una llamada larga no puedo estar sentadito, tengo que recorrer toda la casa, vagando de unas habitaciones a otras sin ningún sentido. Del salón a la cocina y vuelta al salón, atravesando mi pasillo largo de la muerte (Ni la Preysler en su casa, oiga). Quién me vea pensará que soy un zombie. Y lo peor de todo es que la otra persona con la que hablo no se está coscando de mi caminata.

Cuelgo el teléfono. Ha pasado una hora en la cual he estado andando por toda la casa. Estoy cansado, me siento. Me doy cuenta que soy gilipollas.

1 comentario:

  1. Yo tengo que estar tirada en el sillon o la cama es inveitable, de todas formas odio hablar por telefono solo que suena y ya me da fiaca y rabia responder

    ResponderEliminar