jueves, 15 de julio de 2010

Amsterdam, esa gran ciudad...

Todo comenzó el jueves por la noche. Estaba viendo el final de Tuno Negro. Programa de cine de Juan Acha: Siempre me llamó la atención el policía bizco que se carga a tiros a todos los tunos asustado por el fuego. Si tenéis ocasión mirarlo, del resto no hace falta decir que es una puta mieeeeeerda. Fin del programa de cine de Juan Acha. Recibí la llamada de Poti y Marco, ya estaban en el aeropuerto. Por culpa de la huelga de Metro tardé una hora y pico en llegar. Abrazos y jolgorios cuando nos vimos.

Siempre me pregunté como sería de noche un aeropuerto. La verdad es que lo flipé un poco. Eso parecía un campo de refugiados. Toda la T1 ocupadas por gente durmiendo. Echamos una cabezadita aunque la emoción no nos hizo dormir nada.

Llegamos a Eindhoven después de un desayuno y una dormitada. Cogimos bus directo y a la hora y media ya estabamos en la ciudad del vicio. Nos sentamos en una terracita a tomar unas birras y a practicar nuestro inglés de primer nivel...

Llegamos al barco, que maravilla, que amplitud... (ironía). Ya en serio, el barco estaba genial pero el camarote... sardinas en lata oye. Rita era la dueña del barco, entendimos todo lo que nos dijo salvo cuando se puso a hablar del vater que la pillamos al rato.

Barrio Rojo, eso es Amsterdam. Calles estrechas, canales con una particularidad en las tiendas con faroles de color rojo. Mujerzuelas con poca ropa en los escaparates invitandote a entrar. La verdad no sé para qué sería... Si vas cuidado con las mujeres con luces azules, tienen sorpresa entre las piernas.

¿A qué huele Amsterdam? A bocadillo de chorizo. Toooodo Amsterdam huele a eso. Hay tiendas de bocadillo de chorizo por todas partes. Lo probamos y están bastante rico.

El viernes fue el partido de Brasil Holanda, ambientazo en los bares. Nosotros fuimos al museo Van Gogh. Altamente recomendable (mentira puta).

El sábado fue guay. Nos chispamos bastante en la fábrica de Heineken, hicimos una quedada en el bar Coco para ver el partido. Volvimos a comer bocadillos de chorizo. Frase memorable del viaje: después de una trastada de Poti al tocar una bella canción con el timbre del barco (este timbre sólo se utiliza en caso de emegencia) Rita salió algo enojada y dijo: Be careful with the beer. Risas y más risas.

Ambientazo a la hora de ver España en la quedada de españoles. Nunca me imaginé que a más de 2000 km de España iba a escuchar tooooda la noche las bellas canciones tradicionales de borrachos futboleros: Yo soy español,español español y hemos venido a emborracharnos. Benditos cánticos...

La casa de Ana Frank, museo de la tortura, mercado de las flores, más bocadillos de chorizo, estafados por todos los comerciantes del lugar (Twenty more, twenty more)...

Total, que nos despedimos de Amsterdam con un buen sabor de boca. Ahora tocaba regresar a España. Odisea a la hora de coger el tren. No era directo y en Utrech cada uno nos decía una cosa distinta, menos mal que vimos un tren que ponía Eindhoven y gritamos de felicidad...

Aeropuerto cerrado, frío en la calle y con hambre. Esa fue la noche del domingo. Como mendigos dormimos en la calle. Felicidad cuando lo abrieron, desayuno y para el avión.

De los mejores viajes que he hecho, no paré de reirme.

Nota: los bocadillos de chorizo no son bocadillos de chorizo exactamente :P
 

3 comentarios:

  1. Marki: Tengo que añadir una frase mia:
    Marki: The bild please
    Camarera: The bild?
    Marki: SI; GRACIAS!

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  2. Para Marco: The bill, Marco, the bill.

    Para Juan: No has añadido al alemán que se comía a marco, jejejeje.

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  3. Tarde pero seguro,lei tu divertida odisea y me rei tanto que ya me duele la panza

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